CON LOS PIES EN LA TIERRA y LA MENTE EN LAS ESTRELLAS

¿La expansión de la conciencia en la empresa?

 

 

Estamos en un sistema que produce bastante insatisfacción en el ser humano y en las relaciones personales. Es más, formamos parte del sistema. Es más, nos ponemos locos por el ansia desenfrenada por “ser algo en la vida”, es decir, por poseer más bienes materiales, más “éxito”, mayor prestigio, más dinero y… todo rápidamente. Al final, nos vendemos por un plato de lentejas para obtener un poco de reconocimiento; en el fondo por sentirnos queridos –autoestima externa- a través de demostrar que valemos y nos sacrificamos. Pero, ¿qué estamos sacrificando?

Nuestra vida, nuestro desarrollo personal, emocional, afectivo, nuestro ser, nuestras relaciones, nuestra paz, nuestro tiempo… nuestra verdadera autoestima positiva intrínseca: Sabernos dignos, saber aceptarnos, respetamos, querernos… sin tener que sobre demostrar nada a nadie, por el hecho de ser quien somos y ser libres.

 

¿A dónde conduce esto? A un panorama negro, oscuro, al paradigma cultural capitalista, “soy cuanto poseo”, cuanto más tengo, más soy, no importa el precio a pagar”… Anteponer el tener al ser, o anular a este,  o ignorar nuestra esencia transpersonal – espiritual.

Es cierto, a nadie le amarga un dulce; además todos tenemos derecho a triunfar de alguna manera. Esta bien tener y disfrutar afortunadamente de abundantes bienes materiales, y saber que puede haber para todos…

Pero la diferencia es saberlo, y, saber que si no va acompañado de un desarrollo de la conciencia y un despertar espiritual, del ser esencial de cada uno… todo lo anterior no servirá sino para aumentar el ego (en sentido más peyorativo) y caer en el vacío, vacío existencial… y en la neurosis (o algo peor).

El sistema capitalista feroz al que pertenecemos genera mucha riqueza externa, material – económica, y sobre todo mucho consumo y narcotización personal, mucha insatisfacción. Nos hace caer en el Olvido del Sentido de la Vida. De hecho, nos robotizamos y funcionamos como maquinas que se entretienen con algunos estímulos externos de desahogo y con el placer neurótico del consumo. Acabamos cayendo y formando parte de esa red de producción – consumo – entretenimiento. Y hasta nos solemos sentir orgullos@s de ello. Estamos entre la ignorancia, la prepotencia y el olvido de un@ mism@…

De ahí el interés y la importancia del Despertar de la Conciencia por un Desarrollo del ser humano Conectado con su esencia, el desarrollo espiritual, la búsqueda del ser y la paz interior. Si estamos atentos y en silencio profundo podemos escuchar la “llamada interna”, la llamada por la transformación personal y social. Si atendemos a esta llamada de recuperar lo que somos en esencia – más allá de prejuicios, limitaciones, condicionamientos socioculturales…- estaremos iniciando un nuevo camino en amplios horizontes: se trata del despertar de la conciencia a la espiritualidad. Contactar con nuestra esencia, sintonizar con lo que nos rodea y sentirnos en conexión con una mente más amplia y profunda universal a la que pertenecemos.

Espiritualidad implica dejarse en paz, conectar con estados esenciales de plenitud, liberarse de creencias limitantes y prejuiciosas o acusatorias, saber que hay cosas que no se pueden comprar con dinero (las más importantes). Es el camino hacia la verdad, desde el corazón limpio, desde la libertad interna y externa. Estando ahí somos más humanos, más afectivos, más sensibles, más auténticos, flexibles y creativos… nos estamos autorrealizando.

Además, esto tendrá consecuencias a nivel social, cultural, ambiental, político, económico. Porque la búsqueda – cada vez mayor – de espiritualidad esta empezando a modificar las actividades, los valores y hasta los patrones de gasto de los consumidores.

En esta línea recojo lo señalado por Patricia Aburdene “incorporar la espiritualidad en la manera de desarrollar los negocios es precisamente lo que va a resolver la crisis ideológica que padece el sistema” y nos habla del amanecer de un capitalismo Consciente con responsabilidad social y planetaria… Se entiende que a mayor conciencia, menor insatisfacción y sufrimiento experimentamos en nuestras vidas. También plantea P.A, y resulta sugerente, cómo “esta transformación pasará del individuo a las empresas, que empezarán a tomarse seriamente el crecimiento sostenible, basado en el bienestar de l@s trabajadores/as y en el respeto al medio ambiente”.

 

Sigue comentando: “Paralelamente se potenciará la introducción en el mercado de productos orgánicos y de comercio justo. El verdadero éxito lo conseguirán aquellas empresas que antes comiencen a promover este tipo de negocios éticos que conciben el mercado como un todo integrado, donde todo esta interconectado”.

 

Personalmente, me siento animado, y, espero que podamos aportar todos algo en este sentido en esta dirección, empezando por lo más cercano, pequeñito, personal. Por cómo me comunico y relaciono con los demás, desde dónde lo hago… para qué… Tomando conciencia y responsabilidad… y dándonos permiso para VIVIR y para SER.

Yo, como dice la frase anónima de Mayo del 68 francés pienso que es mejor que “Seamos optimistas y dejemos el pesimismo para tiempos mejores”

¡¡Empecemos ya, tenemos tanto camino por delante!! ¡¡Animo!!

  Txema Ibrain

 

 

 

3 comentarios en “CON LOS PIES EN LA TIERRA y LA MENTE EN LAS ESTRELLAS

  1. Hola Txema

    No tengo mucho que añadir a lo que comentas, parece un poco de New Age, y de hecho acabas con Mayo del 68… Pero hay una frase que ilustra que estas cosas, incluso en el mundo empresarial, vienen de lejos. La escribió Henry Ford (sí, sí, el de los coches) en el Detroit News, el 7 de Febrero de 1926:

    «Nos movemos con excesiva prisa, con manos nerviosas y mentes preocupadas. Estamos impacientes por los resultados. Lo que necesitamos es… el refuerzo del alma por parte del poder invisible que aguarda ser usado…»

    Yo creo que habla simplemente de lo que ahora se reconoce como inteligencia emocional, pero otro gurú, Peter Senge, ha empezado a saltarse de nivel neurológico, y habla de inteligencia espiritual (bueno, luego se queja de que sólo le entienden en china… je, je…)

    Un abrazo
    Alfonso

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  2. Bueno, parece que lo que se incita en este articulo es a consumir productos espirituales en vez de «los productos habituales de consumo» ahora lo que se nos dice es que consumamos en cursos de espiritualidad, con ese lema, «ser y vivir».

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  3. Entiendo que, etimológicamente hablando, capitalismo vendría a significar «centro en el capital». Entonces, como podemos en el capitalismo centrarnos en el ser humano si tenemos esta ancla linguística. La respuesta es que no se puede. Así que el problema está en que debemos centrarnos en el ser humano, en nosotros mismos, para poder trascender la necesidad de lo material hacia la necesidad de lo espiritual que es lo que nos está haciendo falta para el nuevo mundo. Para lograr esto, lo lójico sería que abandonemos esa ancla (por aquello del poder del lenguaje – PNL) y la sustituyamos por una palabra que nos indique que el centro es el ser humano, no individualmente, sino en colectivo interdependiente y respetando a la naturaleza. Un «capitalismo consciente con responsabilidad social y planetaria» es una obvia y descarada contradicción ya que capitalismo tendrá siempre «el centro en el capital (lo material)» y no en lo humano; negar eso es como pretender que se puede vivir en la luna sin agua.
    Si tenemos la necesidad de tener como centro el ser humano, su espíritu, su creatividad, sus sentimientso, su amor y no simplemente las cosas materiales que pueda llegar a poseer, obviamente el paradigma que se necesita debería, etimológicamente, significar «centro en lo humano» o «centro en lo social» para involucrar a la humanidad como colectivo más allá de lo meramente individual. ¿Tenemos que inventar un sistema que implique esta idea o ya existe? Creo que sí… «El Socialismo»- Pero un socialismo de nuevo tipo, no impuesto a la fuerza, sino internalizado como una necesidad cuyo cumplimiento pueda garantizar la supervivencia futura de la humanidad.
    Si tenemos la necesidad de tener como centro el ser humano, su espíritu, su creatividad, sus sentimientso, su amor y no simplemente las cosas materiales que pueda llegar a poseer, obviamente el paradigma que se necesita debería, etimológicamente, significar «centro en lo humano» o «centro en lo social» para involucrar a la humanidad como colectivo más allá de lo meramente individual. ¿Tenemos que inventar un sistema que implique esta idea o ya existe? Creo que sí… «El Socialismo»- Pero un socialismo de nuevo tipo, no impuesto a la fuerza, sino internalizado como una necesidad cuyo cumplimiento pueda garantizar la supervivencia futura de la humanidad.

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